CLASE 2ºA GINER DE LOS RIOS

13 de Octubre de 2009
Aunque ya han pasado tres semanas del comienzo del otoño vamos a daros una serie de datos interesantes sobre dicha estación.


Comienza el 22 de septiembre y finaliza el 21 de Diciembre. Se caracteriza principalmente por ser una estación lluviosa (quién lo diría). En Sevilla, las precipitaciones oscilan de 500 a 600 mm al año, concentradas de octubre a abril; diciembre es el mes más lluvioso, con 95 mm. Hay un promedio de 52 días de lluvia al año*. También es importante destacar que en el paisaje se producen importantes transformaciones. Los árboles de hoja caduca cambian el color de sus hojas y éstas caen hasta dejarlos prácticamente desnudos.
Pero hay algo que quizá algunos niños y niñas no hayan apreciado y es que se producen algunos cambios en la alimentación. A continuación os aconsejamos alimentos que debéis tomar porque seguramente serán frescos, de temporada.

- FRUTAS: uva (rica en hierro y vitaminas), granada (estimula la acción de la vit.C), membrillo, chirimoya, naranja, pera, plátano, mandarina, manzana, aguacate, pomelo. Muchas de ellas puedes tomarlas en ensaladas o macedonias. Seguro que entre ellas puedes elegir alguna o muchas como preferidas.



- VERDURAS: calabaza, calabacín, setas, coliflor, alcachofa, berenjena, ...



- FRUTOS SECOS: castaña, avellana, nuez, bellota. Estos son semillas secas pobres en agua y ricas en grasa. Algunos también son ricos en hidratos de carbono complejos (almidón). Son un complemento idóneo para nuestra dieta y particularmente apropiados para la práctica de deportes o esfuerzo físico intenso. Son indigestos si se comen en grandes cantidades o si no son bien masticados.

* Recuerden que este curso estudiaremos en profundidad el AGUA.

Lectura recomendada asociada con la estación del otoño: "La castañera". Aquí os mostramos una versión reducida para los más perezosos con la lectura:

Había una vez una viejecita que vivía en una casa del bosque. Era la castañera. Llevaba siempre una falda muy larga que le llegaba hasta los pies, un pañuelo en la cabeza y una cesta en la mano. Cuando comenzaba a hacer frío iba por el bosque recogiendo castañas.
Un día vio que había muchas y empezó a recogerlas.
-castaña… a la cesta! – decía muy contenta la viejecita. Cuando tuvo la cesta bien llena, se fue al pueblo y encendió el fuego para poder asar las castañas. Pero, …
-¿Ay ¡ ¿ Y las castañas? ¿Dónde están ¿ - La cesta estaba completamente vacía. No quedaba ni una.
Empezó a llover y entre las gotas que caían al suelo, la castañera vio una castaña que caminaba.
-¿Cómo puede ser?-pensó- ¡Las castañas no caminan!. Pero… ¡si tienen cuernos!
Se dio cuenta que en lugar de castañas había cogido caracoles. Había por todos los sitios: en la silla, en el suelo, en la pared,…
Volvió corriendo al bosque para buscar castañas. Para no equivocarse empezó a cantar la canción:
“Caracol, caracol, saca los cuernos al sol”
Cuando terminó de cantarla dijo:
-¿No sacáis los cuernos? –Pues entonces sois castañas- Y esta vez no se equivocó, volvió al pueblo muy contenta con la cesta llena y empezó a asarlas, mientras gritaba:
-Castañas! ¡Castañas bien asadas, calentitas y sanas!
Y los niños que salían de la escuela, fueron corriendo y todas las castañas se comieron.