DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER-8 de Marzo
En este día, que se celebra desde principios del siglo XX, se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
¿CÓMO SURGE ESTE MOVIMIENTO?
La incorporación de la mujer al trabajo llegó de una forma algo repentina y por una causa de fuerza mayor: la Segunda Guerra Mundial. Y es que, mientras los hombres se dejaban la vida en la guerra, eran las mujeres quienes tenían que seguir con sus trabajos para que la sociedad siguiese siendo productiva. Así, un gran número mujeres, de los países aliados principalmente, dejó las tareas del hogar y se lanzó al mundo laboral.
Finalizada la guerra y vueltos sus maridos a casa, las cosas ya habían cambiado. La mayoría de las mujeres que se habían lanzado a trabajar siguieron haciéndolo, con lo cual surgió un modelo de familia que hoy en día es el más común: dos padres trabajando fuera y repartiéndose las tareas del hogar (al menos en teoría).
La situación de Estados Unidos fue aún más especial. Era el único país participante que no había sufrido daños, y que por tanto no había que reconstruir. Pero gran parte de Europa estaba en ruinas, y los americanos sacaron tajada de la situación, experimentando un espectacular crecimiento económico que los convirtió en la primera potencia mundial.
¿Y qué tiene esto que ver con las mujeres trabajadoras? Pues mucho. Miles de empresas se ampliaron y extendieron sus operaciones a la maltrecha Europa para enriquecerse con las múltiples demandas que la reconstrucción planteaba. Por, tanto, surgieron numerosos puestos de trabajo nuevos. Y muchos de ellos cayeron en manos de mujeres, puesto que la sociedad ya se había acostumbrado a su salida al mundo laboral.
Es más, la incorporación de mujeres a las plantillas de trabajo fue, en general, un punto positivo para las empresas, por una razón muy sencilla: las mujeres eran competitivas y eficientes. ¿Por qué? Porque los hombres, poco o nada acostumbrados a trabajar mano a mano con mujeres, guardaban bastantes ideas machistas, y no querían que una mujer hiciera su trabajo mejor que ellos y los dejara en evidencia. Mientras que las mujeres, por su parte, estaban deseosas de demostrar que podían desenvolverse con la misma o mejor soltura que sus compañeros masculinos.
Surge con esto el conocido tópico de la "guerra de sexos".
Tras el gran avance que esto supuso, otras causas contribuyeron a consolidar la importancia del papel de la mujer en el trabajo: empezaron a nacer menos niños en los años 70. Esto hace no sólo que haya menos hijos a los que tener que cuidar, sino que las mujeres puedan escoger la época más favorecedora para tener a sus hijos. Sube la edad media con la que las mujeres tienen hijos, por lo que éstas pueden terminar sus carreras antes de casarse y dar a luz. Y además, al tener menos hijos, una mujer puede escoger unos años de su vida para tenerlos y criarlos, y luego dedicarse al trabajo con más dedicación.
Por último, fue también importante el desarrollo tecnológico orientado al bienestar de los ciudadanos. La comercialización de los electrodomésticos (lavadoras, aspiradoras, hornos...) fue vital para dar un respiro a las mujeres en las tareas del hogar.
Actualmente, la incorporación de las mujeres al mundo laboral también ha traído consigo algunos problemas que aún hoy tienen flecos por resolver. Es muy difícil cambiar la mentalidad de las personas. En las sociedades occidentales todavía perviven bastantes resquicios de un machismo que no termina de asumir que las mujeres puedan ser iguales que los hombres. Por eso, temas como la desigualdad salarial, las trabas a las bajas por maternidad o el desequilibrio en el reparto de las tareas del hogar siguen afectando a buen número de mujeres trabajadoras.
También os queremos poner un vídeo que muestra cómo durante toda la Historia, la mujer ha vivido para la lucha:
¿CÓMO SURGE ESTE MOVIMIENTO?
La incorporación de la mujer al trabajo llegó de una forma algo repentina y por una causa de fuerza mayor: la Segunda Guerra Mundial. Y es que, mientras los hombres se dejaban la vida en la guerra, eran las mujeres quienes tenían que seguir con sus trabajos para que la sociedad siguiese siendo productiva. Así, un gran número mujeres, de los países aliados principalmente, dejó las tareas del hogar y se lanzó al mundo laboral.
Finalizada la guerra y vueltos sus maridos a casa, las cosas ya habían cambiado. La mayoría de las mujeres que se habían lanzado a trabajar siguieron haciéndolo, con lo cual surgió un modelo de familia que hoy en día es el más común: dos padres trabajando fuera y repartiéndose las tareas del hogar (al menos en teoría).
La situación de Estados Unidos fue aún más especial. Era el único país participante que no había sufrido daños, y que por tanto no había que reconstruir. Pero gran parte de Europa estaba en ruinas, y los americanos sacaron tajada de la situación, experimentando un espectacular crecimiento económico que los convirtió en la primera potencia mundial.
¿Y qué tiene esto que ver con las mujeres trabajadoras? Pues mucho. Miles de empresas se ampliaron y extendieron sus operaciones a la maltrecha Europa para enriquecerse con las múltiples demandas que la reconstrucción planteaba. Por, tanto, surgieron numerosos puestos de trabajo nuevos. Y muchos de ellos cayeron en manos de mujeres, puesto que la sociedad ya se había acostumbrado a su salida al mundo laboral.
Es más, la incorporación de mujeres a las plantillas de trabajo fue, en general, un punto positivo para las empresas, por una razón muy sencilla: las mujeres eran competitivas y eficientes. ¿Por qué? Porque los hombres, poco o nada acostumbrados a trabajar mano a mano con mujeres, guardaban bastantes ideas machistas, y no querían que una mujer hiciera su trabajo mejor que ellos y los dejara en evidencia. Mientras que las mujeres, por su parte, estaban deseosas de demostrar que podían desenvolverse con la misma o mejor soltura que sus compañeros masculinos.
Surge con esto el conocido tópico de la "guerra de sexos".
Tras el gran avance que esto supuso, otras causas contribuyeron a consolidar la importancia del papel de la mujer en el trabajo: empezaron a nacer menos niños en los años 70. Esto hace no sólo que haya menos hijos a los que tener que cuidar, sino que las mujeres puedan escoger la época más favorecedora para tener a sus hijos. Sube la edad media con la que las mujeres tienen hijos, por lo que éstas pueden terminar sus carreras antes de casarse y dar a luz. Y además, al tener menos hijos, una mujer puede escoger unos años de su vida para tenerlos y criarlos, y luego dedicarse al trabajo con más dedicación.
Por último, fue también importante el desarrollo tecnológico orientado al bienestar de los ciudadanos. La comercialización de los electrodomésticos (lavadoras, aspiradoras, hornos...) fue vital para dar un respiro a las mujeres en las tareas del hogar.
Actualmente, la incorporación de las mujeres al mundo laboral también ha traído consigo algunos problemas que aún hoy tienen flecos por resolver. Es muy difícil cambiar la mentalidad de las personas. En las sociedades occidentales todavía perviven bastantes resquicios de un machismo que no termina de asumir que las mujeres puedan ser iguales que los hombres. Por eso, temas como la desigualdad salarial, las trabas a las bajas por maternidad o el desequilibrio en el reparto de las tareas del hogar siguen afectando a buen número de mujeres trabajadoras.
La seño Feli nos ha pedido que añadamos a nuestro blog la siguiente tira sobre la campaña de corresponsabilidad doméstica:
También os queremos poner un vídeo que muestra cómo durante toda la Historia, la mujer ha vivido para la lucha:
8 de marzo de 2010, 13:55
Rocío muchas gracias por todo tu trabajo y felicidades para tí y para todas las mujeres que hacéis posible el cuidado y la educación de vuestros hijos. Un abrazo.Feli.